Cocinar con fréjol

Conoce los diferentes tipos de fréjol para comer en familia.

Sorprende a todos en casa con creativas formas de preparar el fréjol.

El fréjol es un ingrediente fundamental en la alimentación de millones de personas en el mundo por su gran aporte en proteínas, vitaminas, minerales y fibras. Según la región en el que se encuentre, el fréjol tiene múltiples nombres entre los más comunes son el fríjol, frisol, habichuela, caraota, poroto, haba, alubia, entre otros. Lo cierto es que, así como tiene múltiples nombres, ocurre lo mismo con la forma de consumirlos, son varias las opciones donde puede ser con arroz, en tortillas, sopas, cremas, ensaladas o hasta en untables, esto hace que el fréjol sea un alimento básico en todos los hogares, donde no solo predominan por sus múltiples propiedades para el organismo, versatilidad al cocinar, sino también por su suave y delicioso sabor.

En el mercado puedes encontrar fréjol que vienen en forma enlatada, congelados o los granos secos para preparar en casa, lo cierto es que los enlatados y congelados te ahorrarán mucho tiempo, ya que vienen completamente cocidos y solo necesitas calentarlos un poco y servir, sin embargo, el fréjol en algunas ocasiones puede perder su sabor y algunos nutrientes en el proceso de enlatado, por lo que es mejor comprarlos secos y prepararlos en casa. En Recetas Nestlé® te contamos los diferentes tipos de fréjol que existen, sus propiedades y cómo consumirlos incorporándolos en el menú con deliciosas recetas.

EL FRÉJOL

El fréjol se clasifica como leguminosa, son las semillas de plantas con flores de la familia Fabacea. La planta de fréjol se desarrolla en temperaturas entre los 15° y los 27°C, el fruto es una vaina con dos valvas, dentro de la cual se encuentran las semillas, donde el color de la vaina indica la madurez de la planta y la variedad de fréjol encontrándolos de color blanco, crema, rojo, morado, marrón, rosado, negro, amarillo, entre otros.

El fréjol ha desempeñado un papel fundamental en la alimentación de casi todas las civilizaciones, en las culturas Incas, Mayas y Aztecas, siendo su origen motivo de debate durante décadas, donde algunos investigadores sostienen que el fréjol se originó en México y no en los Andes como muchos creían. Desde el centro de México el fréjol se expandió a América Central y América del Sur. Con el descubrimiento de América, el fréjol se difundió por toda Europa y el resto del mundo, siendo un nuevo sabor y una nueva fuente alimenticia convirtiéndose en la leguminosa de grano más importante del mundo.

POR QUÉ COMER FRÉJOL

Debido a su alto valor nutricional, el fréjol es un ingrediente primordial en la alimentación de muchas personas en todo el mundo. Esta leguminosa es muy conveniente consumir pues es rica en proteínas vegetal, fibra, calcio, hierro, vitaminas del grupo B, ácido fólico, potasio, fósforo, zinc y posee un bajo contenido en grasa y azúcar.

A continuación, te contamos los motivos para incluir esta deliciosa leguminosa en tu alimentación.

  • 1. FUENTE DE FIBRA

    El fréjol es un alimento rico en fibra soluble, siendo muy beneficioso para mejorar la digestión, acelerar el tránsito intestinal y permite una absorción más lenta de la glucosa, lo cual condiciona índices glicémicos moderados. La fibra del fréjol te ayuda a sentirte más lleno por más tiempo.

  • 2. ANTIOXIDANTES

    Tenemos en mente que las verduras de hoja verde son alimentos con antioxidantes, pero otra de las propiedades del fréjol es por la enorme cantidad de vitaminas que contienen, haciendo que se encuentren entre los alimentos más antioxidantes y fitoquímicos al destacarse por tener inhibidores de triptosina, que actúan como agentes protectores en el organismo.

  • 3. PROTEÍNA VEGETAL

    El fréjol son los alimentos vegetales que mayor contenido en proteínas aporta, proporcionando un promedio de 15 gramos de proteína por taza. Por esta razón su consumo es tan popular entre personas que siguen una alimentación vegana, vegetariana o con ciertas limitaciones a la ingesta de proteínas animales, convirtiendo al fréjol en un excelente sustituto de la carne, sin mencionar que son muy económicos.

TIPOS DE FRÉJOL

En el mundo se conocen alrededor de 150 especies de fréjol, de las cuales encontramos variedades que nos ofrece diferentes tamaños, colores, texturas, sabores y nutrientes. Algunas de las variedades de fréjol más populares en el mundo son el fréjol blanco, pinto, rojo, negro, entre otros.

  • 1. FRÉJOL NEGRO

    El fréjol negro o la caraota, es un alimento básico para la elaboración de varios platos de la cocina mexicana y brasilera. Las vainas son verdes y moradas y el grano es de color negro, pequeño y más duro que otras variedades, es decir que tarda más tiempo en su cocción, pero al estar listos quedan con sabor único y una textura suave, haciéndolos ideales para preparar bases de sopas, guisos, tacos o agregar a ensaladas.

  • 2. FRÉJOL ROJO

    Este fréjol son conocidos por su piel roja vibrante y forma redonda y su interior blanco. Este tipo de fréjol es el más tradicional en la gastronomía latinoamericana, donde su germinación se lleva a cabo de 5 a 8 días y la duración de cultivo hasta la cosecha desde los 190 a 240 días.

  • 3. FRÉJOL CARGAMANTO

    Esta variedad es originaria de países como México, Perú y algunas zonas de Norte América, existen más de 35 especies, sin embargo, las más conocidas son el cargamanto común, el rojo, amarillo y blanco.

  • 4. FRÉJOL PERUANO

    El fréjol peruano o fréjol amarrillo, esta especie es muy popular porque es fácil de cocinar y tiene una textura suave y sabor agradable. Todas sus variedades son de color amarillo, de intenso a claro y de tamaño irregular. Su consumo es más popular en el Norte de México con el cual se hacen múltiples preparaciones.

  • 5. FRÉJOL PINTO

    Este fréjol son de color rosa anaranjado con vetas de color marrón. Tienen un sabor terroso y textura suave, lo cual hace que sea el fréjol ideal para preparar salsas, guisos o una sopa o crema de fréjol.

CÓMO CONSUMIRLOS

Independientemente la variedad de fréjol que escojas para tu receta, las formas de consumirlo son infinitas, para empezar, te mostramos de una forma rápida y sencilla cómo cocinar tu fréjol y hacer con él increíbles platos para sorprender a tu familia.

  1. Primero debes planear con anticipación tu menú con fréjol, ya que como ocurre con la mayoría de las legumbres, debes ponerlas en remojo desde la noche anterior en un recipiente con agua, de esta manera la semilla absorbe agua y su cocción será más fácil y rápida.
  2. Al día siguiente, para ahorrar tiempo y esfuerzo pon el fréjol en una olla a presión y agrega agua hasta que los cubran totalmente. Por lo general la cantidad de agua es cuatro veces la cantidad de fréjol que agregas.
  3. Cuando la válvula comience a sonar o salga vapor, cuenta el tiempo y déjalos cocinar a fuego medio durante 1 hora.
  4. Debes prestar atención de que no se queden sin agua ya que se pueden quemar el fréjol o quedar con un sabor y aroma a ahumado.