En Recetas Nestlé® queremos sorprender a mamá con los postres más ricos
En los festejos siempre hay que tener en la mesa algo dulce para compartir, un postre que nos reúna alrededor de cualquier tipo de celebración. Los flanes, cheesecakes y pasteles para el Día de la Madre, una fecha que ya está muy cerca, son tres opciones estupendas.
Teniendo en cuenta que falta poco para celebrar este día, en Recetas Nestlé® quisimos enfocarnos en esos postres y entregar algunos consejos para que mamá se llene de alegría apenas lleguemos con una sorpresa repleta de sabor y amor.
PASTELES PARA EL DÍA DE LA MADRE
Aunque los pasteles se usan para todo tipo de celebraciones, desde cumpleaños hasta matrimonios, también es cierto que cuando se acerca el Día de la Madre las pastelerías están a reventar de pedidos.
Por eso, una excelente idea es ponernos el delantal de cocina, lavarnos las manos y animarnos a preparar nuestro propio pastel para el Día de la Madre.
Además, es mucho más especial un postre cocinado por nosotros, en el que invertimos tiempo y esfuerzo, en comparación a uno que simplemente compramos. El amor es más evidente en las acciones que demostramos y las cosas que hacemos.
Teniendo esto en cuenta, en Recetas Nestlé® queremos compartir algunos tips y consejos al momento de preparar un pastel. Aunque nos estamos enfocando en el Día de la Madre, estas recomendaciones funcionan para hacer este postre en cualquier ocasión.
- Preparar la mesa de trabajo: ser ordenados es una gran ventaja al momento de hacer un pastel para el Día de la Madre. Es importante tener los ingredientes listos y en las cantidades necesarias. Aquellos que tienen que estar tamizados, como la harina o el cacao, pasarlos por el colador o tamiz antes de empezar.
- Ojo con las cantidades: al elegir una receta es muy importante seguir las instrucciones al pie de la letra. Se dice que la pastelería es una ciencia exacta porque un gramo de más de cualquier ingrediente puede afectar el resultado final. Para esto vale la pena tener tazas y cucharas medidoras, puesto que una taza de harina en un pastel no es la misma cantidad que ofrece la taza en la que servimos un café.
- Ingredientes secos y húmedos: una buena idea es dividir los ingredientes en dos grupos, los secos y los húmedos. Primero se mezclan los secos, luego los húmedos y al final se integran ambos.
- Engrasar el molde: para evitar que el pastel del Día de la Madre se quede pegado al recipiente y se destruya al sacarlo, recomendamos engrasar las paredes y la base del molde con mantequilla y harina. Así mismo, no se debe llenar hasta el tope; recordemos que este postre crece y se infla, así que es mejor usar 2/3 del recipiente para que no se riegue.
- Siempre precalentar el horno: cada horno tarda un tiempo diferente en precalentarse, pero usualmente entre 15 y 20 minutos es suficiente para hacerlo. Este es un paso que mucha gente olvida o decide ignorar, pero es muy importante que el pastel empiece a cocinarse apenas entra al horno.
- Nunca abrir la puerta del horno: si queremos ver cómo está avanzando nuestro postre, tenemos que hacerlo a través de la ventana. Abrir la puerta baja la temperatura del horno y hace que el calor se salga, lo cual seguramente va a arruinar nuestra preparación.
- ¿Cómo saber si el pastel está listo?: es muy fácil. Clavamos un palito de madera en el centro y si sale completamente limpio significa que ya terminó la cocción. Si sale untado de la mezcla quiere decir que falta un poco de tiempo.
UN GLASEADO SENCILLO PARA DECORAR
Un buen pastel para el Día de la Madre no necesita glaseado o decoración, pero ese esfuerzo extra sí es evidente, sobre todo, en una buena presentación. Y si lo hacemos nosotros, es una muestra más de cariño y tiempo invertido en sacarle una sonrisa a mamá.
Existen diferentes tipos de glaseados, unos más complejos de preparar que otros, pero acá vamos a hablar de uno muy sencillo, que podemos hacer en casa sin complicarnos la vida y para el que necesitamos muy pocos ingredientes.
- Jugo de limón.
- Azúcar en polvo.
Ambos ingredientes se mezclan continuamente hasta obtener una textura cremosa, que podemos recoger con una espátula pastelera y untar en nuestro pastel para el Día de la Madre. Si la textura es muy dura y difícil de untar, la solución está en añadir un poco de agua.
Este glaseado con jugo de limón es delicioso porque tiene un toque ácido que va de maravilla con el sabor dulce del azúcar.
GLASEADO DE COLORES
Aunque el glaseado sencillo del que hablamos es blanco y luce bien, si queremos darle un toque de color para sorprender a mamá con su favorito simplemente necesitamos colorante.
Sin embargo, vale la pena aclarar que se necesitan unas gotas, así que es importante no excederse. Así mismo, algunos colorantes tienen sabores; el consejo en este caso es evitarlos y usar aquellos que no tienen esta propiedad.
¿QUÉ TAL UN CHEESECAKE PARA MAMÁ?
El pastel es el rey de los postres para el Día de la Madre y cualquier otra celebración, pero si queremos una preparación fría, el cheesecake es la mejor idea. Hay una gran variedad de opciones y es, de todas formas, exquisito.
- La temperatura de los ingredientes de la crema: para que el cheesecake no tenga grietas ni grumos en la crema, necesitamos que el queso crema, los huevos y la crema agria que usemos estén a temperatura ambiente para que tengamos una mezcla homogénea y con la mejor textura.
- Añadir los huevos uno a uno: la cantidad de huevos que necesita una crema está directamente relacionada con el tamaño del cheesecake. Si la receta pide más de un huevo, lo mejor es añadirlos uno por uno para que se integren a la perfección.
- Engrasar el molde: antes de añadir la capa de galleta recomendamos engrasar el molde con un poco de mantequilla. Esto ayuda en dos cosas: primero, es más fácil desmoldar el cheesecake; segundo, durante la cocción le va a dejar una textura estupenda a la galleta.
IDEAS PARA DECORAR UN CHEESECAKE
Un cheesecake sencillo es delicioso, pero para el Día de la Madre tenemos que demostrarle nuestro amor con un poco más de esfuerzo. Una decoración sencilla puede ayudar para que mamá sonría aún más.
Estas son unas cuantas ideas para darle color y juegos de sabor al cheesecake casero:
- Crema batida: como tiene un sabor dulce y nuestro postre también, es importante no excederse con la crema batida. En los bordes puede verse muy bien, pero también la podemos usar para escribir un mensaje corto como “¡Feliz día mamá!” o dibujar un corazón.
- Frutas: las cerezas, frutillas, frambuesas y otros frutos rojos son grandes amigos del cheesecake. Le ayudan a verse mejor con ese color intenso y cautivante. Una buena idea es acomodarlas sobre la crema batida.
- Flores comestibles: ¿quién dijo que las flores únicamente se ponen en los floreros? Hay muchísimas que podemos comer y que, incluso, aportan sabores. Sin embargo, su mayor cualidad son los colores y el potencial decorativo que tienen.
- Cáscara de limón rallada: un verdadero clásico cuando hablamos del cheesecake de limón. Además de entregarle ese color verde, el sabor ácido es muy buen compañero de este postre. Sin embargo, es importante tener cuidado al rallar la cáscara para no llegar a la parte blanca y amarga.
FLAN, UN CLÁSICO DELICIOSO
Finalizamos nuestro recorrido a través de algunos postres que podemos preparar para celebrar el Día de la Madre con el flan, otra preparación muy tradicional, pero que tiene todo lo necesario para sacarle una sonrisa.
Y como estamos hablando de cocinar en casa para demostrarle todo nuestro aprecio a mamá, estos son algunos consejos para que preparemos el mejor flan posible.
- Mejor empezar con envases pequeños: un flan grande y que podamos compartir con toda la familia puede que se vea espectacular, pero no es la mejor idea si apenas estamos empezando a preparar este postre. Por eso es mejor comenzar con envases pequeños, que al momento de voltearlos para servir el flan son mucho más fáciles de manipular.
- Pasar la mezcla por un colador: es posible que en nuestra mezcla queden algunos grumos que no detectamos, por eso recomendamos que, al momento de servir la mezcla sobre el caramelo seco, lo hagamos a través de un colador o tamiz.
- La importancia de precalentar el horno: necesitamos que el flan se cocine de forma uniforme con el agua del baño María, pero para que mantenga su temperatura es muy importante que el horno ya esté precalentado una vez llevamos nuestra preparación a su interior.
- Ojo con la cantidad de agua: no queremos que salte y empiece a aguar nuestro flan, así que hay que tener cuidado con la cantidad de agua que vamos a usar. Una buena referencia es que cubra entre la mitad y ¾ del recipiente donde están el postre.
MÁS ALLÁ DE LA COMIDA
Además del postre que preparemos para el Día de la Madre, tenemos que hacer algo más.
- Una carta a mano diciéndole cuanto la queremos.
- Un ramo de flores para decorar la casa.
- Una invitación a algo que disfrute, como una obra de teatro, un viaje de domingo o un spa relajante.