En Recetas Nestlé® exploramos algunos platos que se pueden cocinar usando esta carne
En Recetas Nestlé® nos encanta cocinar con carne molida porque siempre podemos preparar algo diferente, jugar con distintos sabores y condimentar con todo tipo de especias. Es un alimento estupendo para darle rienda suelta a la creatividad.
IDEAS DE RECETAS CON CARNE MOLIDA
Este alimento es una de las mejores opciones para aprender a manipular diferentes ingredientes. En nuestro repaso a través de algunas ideas para aprovechar al máximo la carne molida vamos a hablar de complementarla con verduras, granos y condimentos.
1. HAMBURGUESAS CASERAS
Este tiene que ser el punto de partida entre las opciones que tenemos para cocinar con carne molida. La hamburguesa lo tiene todo: nos deja satisfechos, nos da espacio para experimentar con sabores y podemos personalizarla con nuestros propios gustos.
A nuestra disposición tenemos algunas de las salsas más populares, como la mayonesa o la salsa de tomate. También podemos usar verduras clásicas, como tomate, lechuga y cebolla, aunque podemos añadir otras menos comunes como champiñones o pimiento.
Sin embargo, el tema que nos compete es la carne molida y, por ende, la carne de la hamburguesa, el alma de este plato.
Por eso, queremos compartir algunos consejos para obtener los mejores resultados:
- La carne de la hamburguesa no puede desarmarse: este es un problema común cuando manipulamos carne molida y es que muchas veces no logramos que mantenga su forma. Para que la consistencia no se pierda, una buena idea es añadir migas de pan o un huevo revuelto, pero revolviendo muy bien para que quedemos con una carne uniforme.
- Una buena sazón: hablamos de la libertad para jugar con sabores que nos permite la carne molida, y la hamburguesa es un muy buen plato para hacerlo. Picar algunas verduras finamente y añadirlas a esta mezcla de carne que estamos haciendo va a darle una gran personalidad a nuestra preparación.
- Más allá de las verduras: también podemos usar especias para que nuestra hamburguesa sea todo un espectáculo en nuestro paladar. La pimienta o el ajo en polvo pueden ser un giro muy interesante.
- Sellar la carne: al momento de cocinarla, la mejor forma de preparar la carne es sellándola primero para que pierda menos jugos. Es muy sencillo de hacer: la dejamos a fuego alto por poco tiempo, únicamente hasta que se forme una costra por un lado. Luego le damos vuelta y repetimos el proceso. Cuando esté sellada por ambos lados, bajamos el fuego a un nivel medio y dejamos que se cocine por dentro.
- ¿Hamburguesa rellena?: este es uno de los mejores experimentos al momento de cocinar este plato. Podemos elegir nuestro queso preferido y, al momento de darle forma a la carne, hacer un agujero en el medio, que luego cubrimos. Durante la cocción, el queso se derrite. El resultado es magnífico.
2. ALBÓNDIGAS DELICIOSAS
La carne molida es perfecta para las personas que disfrutan de las manualidades. En el caso de las hamburguesas hay que aplanarla, mientras que las albóndigas tienen una forma esférica que también tenemos que hacer con nuestras manos.
Acá tenemos bastante espacio para experimentar, así que la invitación es poner a volar la creatividad culinaria y aprovechar las albóndigas para crear preparaciones únicas.
- Usar más de una carne: lo más normal es encontrar albóndigas con carne de res, pero acá podemos también aprovechar la de cerdo y mezclarlas. ¿Qué ventaja nos trae esto? Por un lado, una combinación de sabores que no es muy común, pero que vale la pena probar. Por el otro, la carne de cerdo entrega ese toque jugoso a las albóndigas.
- Especias y condimentos: las albóndigas también pueden llevar trozos de verduras, pero como son más pequeñas que las hamburguesas, el consejo es que el sabor lo enfoquemos a través de condimentos y especias como pimienta, perejil, orégano o finas hierbas.
- Que se mantengan esféricas: acá usamos el mismo truco de la hamburguesa. Tanto un huevo revuelto, como las migas de pan ayudan a que las albóndigas no se desarmen.
- Con paciencia y amor: puede que nuestras albóndigas no se las vayamos a servir a un Rey o al jurado de un reality, pero también queremos que se vean bien. Por eso vale la pena armarlas con calma, asegurándonos de que tienen un buen tamaño, sin afanes ni muchas distracciones.
- ¿Con qué acompañar las albóndigas?: hay dos opciones que son todo un clásico, el arroz blanco y unos espaguetis. Una ensalada funciona muy bien para terminar de completar la mesa.
Lo que en América Latina conocemos como la salsa boloñesa, en Italia se le llama ragú de carne o, también, ragú boloñesa. Se trata de un regalo que los italianos le han entregado al mundo, porque hoy en día se usa en todos lados.
Lo que en América Latina conocemos como la salsa boloñesa, en Italia se le llama ragú de carne o, también, ragú boloñesa. Se trata de un regalo que los italianos le han entregado al mundo, porque hoy en día se usa en todos lados.
Muchas veces es simplemente la carne molida con pasta de tomate y, tal vez, algunas especias. Pero un verdadero ragú, una salsa boloñesa con personalidad, como la que conquistó el mundo entero, tiene más ingredientes.
- Dos tipos de carne: al igual que con las albóndigas, una excelente idea es mezclar la carne de res y de cerdo para preparar este ragú.
- Carne molida, pero no demasiado molida: la salsa boloñesa debe tener cuerpo, textura, no es completamente líquida. Por eso es importante que la carne molida no esté extremadamente triturada, puesto que lo que queremos es sentir los pedazos de carne, saborearlos e, incluso, morderlos.
- Las verduras clásicas y el juego de sabores:un buen caldo puede hacer toda la diferencia en cualquier salsa, así que, aunque estamos hablando de la boloñesa, no hay que descartarlo con otras ideas. En este caso, como es lógico, hablamos de un caldo de carne, así que usamos huesos de res y verduras.
- El caldo va primero: un buen caldo puede hacer toda la diferencia en cualquier salsa, así que, aunque estamos hablando de la boloñesa, no hay que descartarlo con otras ideas. En este caso, como es lógico, hablamos de un caldo de carne, así que usamos huesos de res y verduras.
4. RELLENOS REPLETOS DE SABORES
Una de las mejores opciones para aprovechar la carne molida con algunas sobras de comida, aunque también se puede hacer con alimentos que no sean sobras, es pensar en rellenos para diferentes ocasiones.
Podemos encontrar muchas opciones para rellenar usando la carne molida, pero es importante que haya un sentido culinario. Es decir, no es lo mismo pensar en el relleno de una empanada que en el de un tomate. Los tamaños y los sabores son diferentes.
- Pensar en contrastes: tomemos como ejemplo un pimiento rojo que tiene un sabor dulce. Podemos usar un chile o un tipo de ají en nuestra carne molida y hacer un relleno con picante, que va de maravilla con el sabor del pimiento.
- Maíz, arroz y otros complementos: en los ejemplos anteriores hablamos de la carne molida acompañada de verduras o condimentos, pero al pensar en rellenos podemos abrir mucho más nuestro abanico de opciones. Para una empanada, podemos usar también arroz; para unos tomates, unos granos de maíz funcionan muy bien.
- El relleno, mejor ya cocinado: los tiempos de cocción de cada alimento son muy distintos, por eso nuestra recomendación es tener el relleno con carne molida ya preparado al momento de usarlo.
La carne molida la podemos aprovechar para hacer rellenos de:
- Empanadas.
- Burritos.
- Tomates.
- Calabazas y zapallos.
- Pimientos.
- Papas.
- Aguacates.
5. CHILI CON CARNE
Entramos a hablar de uno de los platos más famosos de la comida Tex-Mex, ese encuentro en la frontera de Estados Unidos, específicamente en Texas, con México, que en la gastronomía se ve reflejado en otras preparaciones populares, como los nachos o las fajitas.
En esta mezcla de culturas hay una presencia muy fuerte de ingredientes que se usan con frecuencia en la comida mexicana, como los frijoles, que no pueden faltar en un buen chili con carne, así como ese toque de picante que varía según los gustos de cada uno.
- El nivel de picante: una buena forma de reducir o por lo menos manipular mejor la intensidad del picante es sacando las semillas del chile.
- ¿Cocinar la carne por separado?: lo mejor que se puede hacer al preparar la carne molida del chili es cocinarla un poco antes de mezclar todos los ingredientes. Por un lado, vamos a asegurar que al final la carne esté bien cocida, pero también le permite absorber los sabores de los otros ingredientes.
- Paciencia y tiempo: el buen chili se prepara a un fuego medio o medio-bajo y durante horas, así es como se obtienen los mejores resultados, con lo sabores más exquisitos y los aromas más intensos.