En Recetas Nestlé® cubrimos todo lo que necesitas para hacer la parrillada perfecta, desde los cortes de la carne hasta opciones para veganos y vegetarianos.
La aplicación del clima dice que este fin de semana va a estar soleado, el cielo apenas tendrá nubes y hay muy pocas probabilidades de que llueva. También hay un buen partido de fútbol y razones para celebrar, en realidad siempre hay algo por festejar.
Y ha pasado un tiempo desde que viste por última vez a ese grupo de amigos y a la familia. Ese reencuentro ya es una razón para brindar. No hay de otra, hay que hacer una parrillada casera.
En Recetas Nestlé® te ayudamos para que sea memorable para el paladar. Pero antes de pensar en la comida, hay unas cuantas recomendaciones para que tengas cuenta.
- Asegúrate de que tu parrilla esté limpia. No vas a querer que lo que prepares tenga un sabor a quemado o extraño por los restos de la última parrillada.
- Revisa tus utensilios de cocina. Es muy importante que tengas unas pinzas para no pinchar la carne cuando la vayas a voltear. También vale la pena tener unos guantes y una varilla para mover las brasas.
- Si tu parrilla no es de gas, recuerda tener suficiente carbón o leña, dependiendo de la parrilla que tengas y tus propios gustos. El carbón dura más tiempo quemándose, así que necesitarás menos, pero la leña le deja un sabor y un aroma particular a la comida, aunque te hará falta una buena cantidad para alimentar constantemente las brasas.
La estrella de cada asado casero: la carne
La gran protagonista de una parrillada es muy clara, no hace falta repetir su nombre. Pero sí es un rol que puede ser ejercido por distintos intérpretes llamados cortes. Hay muchísimas opciones, y si no sabes qué quieres, el carnicero te confundirá con el catálogo de la res y el cerdo.
Es fundamental que a la hora de la parrillada la carne esté totalmente descongelada y a temperatura ambiente, así que ten en cuenta que incluso deberías sacarla del refrigerador la noche anterior.
Los cortes a elegir
Un clásico que puede llevarse todos los reflectores es el churrasco o asado de tira, que viene de las costillas de la vaca. Para aprovechar el espacio que ofrece el asador, unas buenas porciones de lomo alto son una gran idea. El solomillo y la picaña son cortes jugosos que también recomendamos. En cuanto a la carne de cerdo, el costillar o unas chuletas son lo mejor para la parrilla.
¡Cuidado con la temperatura!
Por su parte, tienes que estar muy atento a la temperatura. La carne no se debe cocinar con el fuego directo, sino con las brasas del carbón o la leña. Te dejamos un truco: acerca tu mano a la parrilla. Si en menos de 10 segundos la tienes que quitar, la brasa aún está muy caliente. Si aguantas los 10 segundos, pero la sientes realmente caliente, es hora de poner la carne en el asador.
Fíjate en las brasas
Además, debes mirar que las brasas no estén negras, porque así todavía están sacando gases tóxicos. El punto está cuando se ven rojas o con una pequeñísima capa gris. Cuando quedan totalmente grises es que ya murieron y debes remplazarlas.
Los que saben usar una parrilla, siempre tiene brasas quemando a los lados del asador para moverlas apenas se vayan acabando las primeras o cuando sea necesaria una nueva ronda de comida.
También, dependiendo de la cantidad de invitados y comida, suelen dividir la parrilla en dos. En un lado aprovechan las brasas, pero si se prenden hasta salir fuego, simplemente mueven la comida a la otra mitad mientras se baja la temperatura y usan las brasas de ese lado para continuar cocinando.
Lo que nunca debes hacer es pinchar la carne para voltearla. ¡Por eso te dijimos al comienzo que te aseguraras de tener unas pinzas! Si la llegas a pinchar, empezará a perder esos jugos delicios y quedará seca.
Recomendaciones para la sal
El segundo elemento para una parrillada casera es la sal. Es tan importante que merece su propio espacio, sobre todo porque no existe una verdad absoluta sobre su uso. Y acá seguramente algunos levantarán la voz, pero lo cierto es que no hay una regla universal para salar la carne antes o después de ser asada. Eso sí, jamás lo hagas mientras está sobre la parrilla.
Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas cosas. Si vas a salarla antes de asarla, tienes que hacerlo con sal gruesa o sal marina, que tenga cristales grandes. No utilices sal fina porque corres el riesgo de deshidratar la carne y dejarla con menos jugos. Lo que queremos es que esos cristales de buen tamaño se disuelvan.
Otros prefieren dejar que la carne se cocine completamente, no seca, sino jugosa y deliciosa, para después resaltar los sabores con la sal. Ya es una cuestión de gustos o, incluso, de creencias. En este caso sí se utiliza normalmente la sal con cristales pequeños.
¿Con qué acompañar tu parrillada casera?
Recuerda que la carne tarda en cocinarse, por eso los asados duran horas, que son bien aprovechadas haciendo lo que más nos gusta: comer. El elenco de una parrillada tiene varios personajes que sobresalen. En un tercer elemento agrupamos las otras carnes que tardan menos en ser asadas, pero ayudan a abrir el apetito.
Acá hay algunos clásicos de los asados como los embutidos: chorizos, longaniza o morcilla. También entran las alitas y el tocino. Otra opción es experimentar con unos mariscos, como camarones o calamares. Todas estas opciones tardan menos que la estrella de la parrillada casera, así que es importante que estés atento mientras las preparas. Además, son perfectas para darle una entrada estelar al protagonista.
Más allá de las carnes
Pero en una parrillada no hay únicamente carne. El próximo elemento se compone de papas y choclos. Con las primeras puedes aventurarte a experimentar, obviamente después de lavarlas, quitarles la tierra y secarlas.
Una buena idea es hacerles algunos huecos con un tenedor, untarlas de mantequilla y envolverlas en aluminio. También podrías cortarlas en rodajas, agregarles aceite de oliva, sal y pimienta y ponerlas a cocinar, pero mantente alerta porque en esta última opción estarán listas en pocos minutos.
Choclos y ensalada
Respecto a los choclos, es muy sencillo. Tras limpiarlos, simplemente úntalos de mantequilla y a la parrilla, girándolos cada dos minutos para que todo el maíz se cocine. Ya depende de los gustos personales, pero te recomendamos dejarlos hasta que algunas partes se vean quemadas.
El quinto elemento es la ensalada, y te aconsejamos una opción multicolor que va perfecta con la parrillada. Necesitarás lechuga, tomates, maíz (puedes aprovechas los choclos asados), cebolla y zanahorias. Para el aderezo compra queso parmesano, zumo de limón y Crema de Leche LA LECHERA®.
Bebidas, salsas y guacamole
Una parrillada casera que se respete debe ir acompañado de buenas bebidas, es una obligación. Una buena limonada bien refrescante es perfecta. También podrías hacer un jugo de piña o mango.
Las salsas que no pueden faltar
El séptimo elemento, tras las bebidas, son las salsas. De nuevo, parrillada que se respete debe tener salsas, tanto para la carne como para los acompañamientos. Hay muchísimas opciones, pero jamás puede faltar el chimichurri.
Por otra parte, seguramente entre tus amigos o familiares hay fanáticos del picante, así que un buen ají nunca estará de más. Y si estamos en una parrillada, la otra que no puede faltar es la salsa BBQ, pero la mejor acompañante para la carne es La Sazón MAGGI®.
Un buen guacamole va bien con todo
Por último, y para dar paso a los elementos finales, tenemos que detenernos para pensar en el guacamole de esta parrillada casera. El aguacate es tan versátil que puedes usar algunas porciones para la ensalada y otras para el guacamole.
Solo imagínalo encima de esas papas asadas o junto a los chorizos. Incluso con algunos pedazos de carne. Por eso es su propio elemento, puede estar, prácticamente, en cualquier plato de esta parrillada.
¿Alguien quiere pensar en los veganos y vegetarianos?
Tranquilo, nosotros siempre los tenemos en cuenta. Los últimos dos elementos del asado casero son ideas veganas y vegetarianas.
Podemos empezar con unos portobellos rellenos con cebolla, ajo, arvejas, zanahoria o prácticamente cualquier verdura que le guste a tus invitados.
Puedes además ponerles algo de queso (recuerda que debe ser un tipo específico si hablamos de veganos) encima para que se derrita. Y puedes hacer el mismo plato, remplazando los portobellos por pimientos.
Si decides no hacer un jugo de piña, igual aprovecha esta fruta para partirla en rodajas y dejarlas en el asador por unos minutos. Es una verdadera delicia que además ayuda a cortar la grasa de la carne. O qué opinas de unos plátanos asados. Únicamente ponlos en la parrilla con sus cáscaras hasta que se cocinen.
Incluso puedes tomar diferentes vegetales, como zanahoria, berenjena, zucchini, cebolla, champiñones y hacer una brocheta junto a la papa. A esta idea también le puedes añadir algunos pedazos de carne para los que no son veganos o vegetarianos.